Paciente hombre de 28 años de edad, sin antecedentes de importancia, que acude a la consulta de urgencias tras recibir un golpe directo con una pelota de tenis, la cual llevaba gran velocidad. En la exploración física se encuentran: signos vitales dentro de los parámetros normales, edema de ojo derecho, con enoftalmos, limitación de los movimientos oculares con diplopía y neumoórbita con crepitación cutánea. Se le solicita una tomografía computarizada de la órbita donde se hace evidente la fractura del piso de la órbita.