Paciente mujer de 25 años de edad que acude a consulta de Ginecología por presentar disuria, polaquiuria y tenesmo vesical. En la exploración física se encontraron signos vitales normales: TA 120/80, FC 80 lpm, FR 15 cpm, T 36.5 °C. A la palpación abdominal profunda presentó dolor leve en hipogastrio y a la percusión se reporta signo de Giordano dudoso; el resto de la exploración se presenta normal. Se le solicitaron exámenes de laboratorio que informaron: biometría hemática (BH) con leucocitosis de 10 500/mL y en el examen general de orina (EGO) se apreciaron nitritos positivos y de 50 a 60 leucocitos/campo con abundantes bacterias. Se diagnosticó infección de vías urinarias bajas (IVUB), iniciándose el tratamiento médico. A los tres días de la consulta, la paciente fue llevada a urgencias porque presentó agudización de los síntomas, agregándose dolor cólico intenso en hipogastrio y en región lumbar. En la exploración física la paciente presentó hipertermia de 39 °C, distensión abdominal, rebote positivo en hipogastrio y signo de Giordano positivo. Al repetirse los exámenes de laboratorio, ahora se encontró leucocitosis de 18 000/mL, el EGO con más de 100 leucocitos/campo y hematuria macroscópica. Se le solicitó una ecografía de vías urinarias que reportó ambos riñones aumentados de tamaño, pero sin colecciones perirrenales ni nefrolitiasis. Se diagnosticó pielonefritis aguda y cistitis hemorrágica.